(…)La puerta daba directamente a una amplia cocina que estaba llena de humo: la Duquesa se hallaba sentada en el centro, en un taburete de tres patas, acunando a un niño; la cocinera se inclinaba sobre el fuego, removiendo un gran caldero que parecería esta lleno de sopa.
(…) Habia demasiada pimienta, desde luego, en el aire. Hasta la Duquesa estornudaba de vez en cuando; y por lo que se refiere al niño, estornudaba y chillaba alternativamente sin parar. Las únicas criaturas que no estornudaban en la cocina eran la cocinera y un enorme gato que estaba tumbado al lado del hogar y que sonreía de oreja a oreja.
Así pues, dejó a la criatura en el suelo, y se sintió aliviada viéndolo trotar tranquilamente hacia el bosque “si hubiera crecido – se dijo – habría sido un chico terriblemente feo; pero como cerdo, creo que será un cerdo precioso.”
(…) se asustó un poco al ver al Gato de Cheshire en la rama de un árbol, a unos pasos. El gato se limito a sonreír cuando vio a Alicia. “Parece de buen carácter”, pensó ella. Pero tenia unas uñas muy largas y muchísimos dientes, por lo que decidió que lo mejor seria tratarle con respeto.
(…) Podria decirme, por favor, que camino debo tomar desde aquí?.
- Eso depende en gran medida de adonde quieras llegar – dijo el gato.
- No me preocupa mucho a donde… - dijo Alicia.
- En ese caso, poco importa el camino que tomes – dijo el gato.
- … con tal de que llegue a aluna parte – añadió Alicia a modo de explicación.
- Oh, de llegar a alguna parte puedes estar segura – dijo el Gato – siempre que camines mucho rato.
(…) - que clase de gente vive por estos lugares?
- en esa dirección – dijo el gato haciendo una vaga señal con su pata derecha – vive un Sombrero; y en aquella – añadió señalando con la otra pata – vive una liebre de marzo. Puedes visitar al que quieras: los dos están locos.
- Pero si no quiero andar entre locos – observo Alicia.
- Me parece difícil que puedas evitarlo – dijo el gato – aquí todo el mundo esta loco. Yo estoy loco. Tu estas loca.
- Como sabes que estoy loca - pregunto Alicia
- Debes de estarlo – dijo el gato – de otro modo no habrías venido aquí.
Lewis carrol - Alicia en el pais de las maravillas
Ilustraciones de John Tenniel
Ilustraciones de John Tenniel
2 comentarios:
"Debes de estarlo – dijo el gato – de otro modo no habrías venido aquí".
es maravilloso, porque es el país de las maravillas! gracias mechiz por hacerme sentir las ganas de leer ese libro de nuevo. son libros que contienen el secreto del universo.
Deberia contarlo en algun post... tal vez cuando termine de contarles la historia... pero Alicia siempre me encanto, creo que unas cuantas de nosotras nos sentimos un poquito Alicia de vez en cuando...
un saludo!
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