Como si fuera ayer...

Ayer mi hermana rindió su primer examen “universitario”. Me acuerdo como si fuera ayer el día que me inscribí en UBA XXI . Para sorpresa y alegría de todos, ella decidió hacer lo mismo.

Recuerdo, los viajecitos en el 92 hasta Hidalgo 1067, cuando apenas era una niña de 17 años, hastiada del colegio secundario, esperando el momento en el que, al fin!, seria una nena grande que estudia lo que quiere por que así lo decidió.

Hidalgo 1067. Mi primer contacto con los edificios UBA. Los edificios multi-propósito. En este lugar no solo te inscribías para UBA XXI, también ibas a buscar las notas, obtener el material, se dictaban algunas de las tutorías, se trataba todo lo relacionado con los tramites UBA XXI, las revisiones de exámenes, se dictaban cursos de cosas que ya ni recuerdo, todo adornado con los clásicos bancos de aula como los que hoy ocupo, muy parecidos a los bancos de iglesia. Y no termina ahí. Dos años después de haber retirado en el mostrador de dicho edificio el certificado de aprobación de Introducción al Pensamiento Científico, tuve que volver, para mi sorpresa, a hacerme el análisis medico que la Facultad de Ingeniería me exigía para entregarme la libreta definitiva (la de cuerina negra que remplazaba a la de cartulina amarillita). Fue entonces cuando descubrí, lo que tanto me había llamado la atención allá por el 99: dependiendo del día, había muchos chicos o chicas, que subían por una escalera y bajaban, bastante después (o no), por la otra. Fue muy divertido recordarme cuando hacia UBA XXI mientras bajaba la escalera y sentirme observada por chicos/as, como lo había hecho yo con otros/as un par de años atrás…

Después de 9 años, si 9, las cosas son MUY distintas.
Internet.
Mi hermana no tuvo que ir hasta allá, la inscripción, las notas, ahora es todo por Internet. Muy distinto a la cola serpenteante violenta que empezaba afuera del edificio, bastante afuera, y entraba por un pasillo extraño y de golpe estabas en lo que seria el Hall y ni hablar de buscar una nota, tenía que buscarme en una pared forrada con papel continuo entre millones de números de documento para poder ver ni triste nota.
Un punto a favor a la tecnología.

Hablando de notas, ese fue otro tema, acostumbrada a ser una niña de buenas calificaciones sin un esfuerzo desmedido. Plaf!
Cachetazo Universitario numero uno.
Mi primer parcial, mi primera nota
Sociedad y Estado. 5.

“Bienvenida a la UBA querida! Bienvenida!”

Me quería morir!

Ayer, a la mañana, antes de que ella fuera a rendir me dice:
- “son como exámenes de colegio?” – parecía nerviosa …
Mi mejor consejo: no desesperar, tratar de no ponerse nervioso, cosa que se aprende con el tiempo, o no. La cantidad de exámenes que uno tiene para rendir, y desaprobar y recuperar es innumerable! Al día de hoy, después de muchas materias, algunas me siguen provocando unos nervios asquerosos. Pero ya está es un examen mas que me acerca a la meta.

No la convenció mucho. Lo cual era lógico. Pero se que con el tiempo me va a dar la razón.

Cerca del medio día, en Ciudad Universitaria rindió Sociedad y Estado.
Y fue como un viaje en el tiempo para mí. Realmente hizo que pilas de recuerdos volvieran a estar muy presentes en mi cabeza. De repente mire hacia atrás y la veía rindiendo y me veía a mi en esas aulas gigantes de ciudad universitaria llena de nervios y adrenalina.

Ella dice que le fue medio medio. Yo le tengo toda la fe!

Mucha nostalgia. Nostalgia de la linda, de la que a uno le pone una sonrisa en la cara. Uno podrá quejarse de la carrera que eligió, pero nunca debería protestar por ese increíble poder que es el de elegir y decidir.

Es muy emocionante ver que, tal vez, inspirada por sus hermanos, decidió seguir nuestros pasos. Y ver como, a pesar de que, lógicamente, la diferencia de edad sigue siendo la misma, nos estamos acercando cada vez más.