De los hacedores a los amantes del vino

Hace mucho que un amigo siempre me manda la invitación, pero por algún otro compromiso, nunca puedo aceptarla. Este año, tuve la 4ta revancha.

Ayer miércoles 23 de abril, fue la 5ta edición de “De los hacedores a los amantes del vino", organizado por La Cava de Bolotin.

Se realizó en Jubile Recepciones, en el barrio de colegiales. Una casa vieja, hermosa, totalmente acondicionada para eventos de este estilo. Aunque debo decir que si bien, no estábamos como en la línea D en hora pico, para mi gusto el lugar era ajustado para la cantidad de gente que había.

Recibí la invitación con más de 2 meses de anticipación al evento. Para ese entonces, no tenia idea de cuales serian mis días de cursada, y si iba a poder asistir. Pero me inscribí al evento igual. Por suerte, coincidió perfecto con el único día de la semana que me quedó libre. Esta vez no tenia excusas. El ingreso era solo mediante, esta famosa invitación, hasta completar el cupo de 400 invitados.

Salí de la oficina, y tratando de no pensar en: "mechi, tenes que estudiar, no tomar vino..." me fui para alla.

En el salon Bodegas estaban:

• Bodega Cicchitti
• Augusto Pulenta
• Cavas Rosell Boher
• Bodega Cecchin
• Bodega Secreto Patagonico
• Bodega NQN
• Familia Schroeder
• Finca Don Diego
• Urraca Wines
• La Riojana
• Estancia Mendoza
• Bodega Domingo Hermanos
• Xumek
• Umbro
• Bodega Roca
• Bodega Bros
• Viña El Cerno
• Finca Los Maza
• Bodega Nofal

De todas ellas sólo conocía Bodegas Cecchin (Vinos orgánicos). De hecho en mis pequeñas vacaciones en Mendoza, estuve visitando la bodega. Y el día de mi cumple descorche uno de sus vinos: Malbec 2007 sin sulfito.

El resto de las bodegas, para mí, todas nuevas.

Por cuestiones obvias, no probé todas, de lo contrario todavía estaría borrachita.
Sabiamente, los organizadores, procuraron que no tuviéramos la pancita vacía. Entre copa y copa tuvimos el placer de degustar aceitunas, quesos, pastas de aceitunas, fiambres. Todo a cargo de Yancanelo (Aceites, conservas), Meridiano (Aceite de oliva, aceto, aceitunas, etc), Magnasco (Quesos gourmet) y Campo Austral (embutidos Premium).

Otro detalle, fue el saxo que acompaño a lo largo de la noche, un poco de bossa, otro poco de blues y jazz.

Volvamos a los vinos. Como siempre, aclaro: lejos estoy de ser una conocedora de vinos, pero eso no quieta que pueda decir, que me gustó y que no. Poder dar una opinión de la relación precio calidad. Calidad para mi es: no me quema la garganta y me agrada su sabor y aroma.

De todo lo que probé voy a mencionar los 2 que mas me gustaron, los que sin duda compraría para tomar en casa.

Lo primero que degusté fue un tempranillo increíble de Bodegas Nofal, bodega de Tunuyan en el Valle de Uco, Mendoza. El nombre del vino: Tunquelen, un vino joven muy frutado, y eso que no suelo distinguir los distintos sabores en el vino, pero este tenia un sabor a frambuesa increible. Un vino accesible, $22 aprox.

De Finca los Maza ubicada en La Consulta, bellísimo lugar al igual que Tunuyan también en el Valle de Uco, degusté el Maza Tonconogy Malbec/Merlot. Vino con 12 meses en barrica de roble francés y americano. También muy frutado. Acá estuve un poco floja, y no averigüe el precio, sabrán entender: ya había mucha gente, y tenía unas cuantas bodegas recorridas. Pero buscando por la web encontre el siguiente precio: $25 aprox.

Como degustar, degusté de la bodega La Riojana, Bodega Bros, Bodega Secreto Patagónico y Bodega J.A. Cicchitti. Pero como ya comenté, imposible degustar todos, no solo por que terminaría haciendo papelones abrazada a algún dispenser o lo que es peor! a alguna de las cavas climatizadas, sino por la cantidad de gente, debo reconocer que me quede sin probar algunos, debido a que, a pesar de tener su copa con vino, algunos se quedaban pegados al stand no dejando pasar a los que veníamos atrás, y la verdad que no me entusiasmaba mucho andas empujando o apretujada por un poco de vino.

Esa seria mi única critica, realmente creí que no iba a ser tan masivo, de hecho, éramos “solo” 400 personas, pero de todos modos era inevitable que termináramos medio apretujados.